sábado, 19 de diciembre de 2009

Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.


Nacida en todos los sitios donde pongo los ojos

Con la cabeza levantada
Y todo el cabello al viento
Eres más hermosa que el relincho de un potro en la montaña
Que la sirena de un barco que deja escapar toda su alma
Que un faro en la neblina buscando a quien salvar
Eres más hermosa que la golondrina atravesada por el viento

Eres el ruido del mar en verano
Eres el ruido de una calle populosa llena de admiración
Mi gloria está en tus ojos

Vestida del lujo de tus ojos y de su brillo interno
Estoy sentado en el rincón más sensible de tu
mirada
Bajo el silencio estático de inmóviles pestañas
Viene saliendo un augurio del fondo de tus ojos
Y un viento de océano ondula tus pupilas
Nada se compara a esa leyenda de semillas que
deja tu presencia
A esa voz que busca un astro muerto que volver a
la vida
Tu voz hace un imperio en el espacio

Y esa mano que se levanta en ti como si fuera a
colgar soles en el aire
Y ese mirar que escribe mundos en el infinito
Y esa cabeza que se dobla para escuchar un murmullo en la eternidad
Y ese pie que es la fiesta de los caminos
encadenados
Y esos párpados donde vienen a vararse las centellas del éter
Y ese beso que hincha la proa de tus labios
Y esa sonrisa como un estandarte al frente de tu vida

Y ese secreto que dirige las mareas de tu pecho dormido a la sombra de tus senos

Si tú murieras
Las estrellas a pesar de su lámpara encendida
Perderían el camino
¿Qué sería del universo?

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Palabras al azar.

Invierno.
Ausencia.
Paciencia.
Desesperación.
Respiro profundo.
Ojos cerrados.
Sabor amargo.
Envidia.
Rabia.
Siencio.
Guitarra.
Tus dedos.
Su piel.
Llanto mío.
Omito.
Felicidad.
Seguir.
Callar.
Sonreír.
Dolor.
Disimular.
Olvidar.
Recordar.
Sobrellevar.
Volver.
Desistir.
Derrumbe.
Inmóvil.
Súbitamente.
Incarse.
Levantarse.
Frente en alto.
(Pesa la congoja)
Caminar.
Lento.
Parpadear.
Respirar.
Sentir.
Vivir.

Me voy.






martes, 8 de diciembre de 2009

Tú.

En mi cama.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Relato de una combustión espontánea.

Cuando las caricias no son diseñadas especial y únicamente para nuestra piel, se puede producir combustión espontánea... de la otra persona.

La mano empieza a quemarse de pronto... esto varía en cada persona. Ya que esa combustión puede ser en el acto o después, cuando se encuentra solo.

Líneas de humo empiezan a emanar de los dedos, evocando una sensación placentera, cálida y lo que hace al cerebro ir al despacho de los recuerdos y sentir de nuevo la piel que se había tocado tiempo atrás mas no la que recientemente se acarició.

Al parecer el individuo no se da cuenta de que las llamas se extienden por su brazo, y empiezan a recorrer su cuerpo por el estado de letargo en que se presenta. Como reviviendo todo, como ubicarse una vez más en la cama celeste con suaves pliegues que danzan en la espalda, mientras el amor viene de arriba y coloca su peso sobre uno.Y los pétalos se adhieren al sudor-rocío que de sus poros brotan.
Ver y sentir su cabello negro hecho marañas por los arrebatos de pasión... todo esto producido por el fuego que se va alimentando de la piel, pero a la víctima esta sensación es similar a los besos húmedos que se plasman en el cuerpo, perforan la coraza y caen directo al alma (sensasión que nadie jamás rechazaría)
Es fácil identificar la causa por la cual los individuos nunca fueron a pedir auxilio, ni quisieron liberarse de las llamas.
Sobra decir que en su recinto más profundo se generó la memoria de unas manos formando caminos... caminos para ser recorridos exclusivamente por el amante que los dibujó...
y nadie más.

Cuando el sendero de fuego para en su corazón se reaviva la llama.
El tiempo se detiene.
Abre los ojos y vistas caleoidoesféricas saludan y enuncian que se vendrán, los dos.
El humano y el recuerdo.
¿Se vendrán?
¿De dónde vienen?
No lo sabemos.
Pero se van a venir.

El espacio que la persona ocupa se va tostando.
Los alrededores quedan intactos.
De su cuerpo podemos apreciar un pie solitario.
Pero aún sigue en la habitación, hecho cenizas.

Es importante, aclaro, que cuando se acaricie la piel de un amante, SEA LA PIEL DE ESE AMANTE LA QUE SE ACARICIE, no la del pasado ni de un favorito.

Soy cobarde, no quiero morir todavía.
Es por eso que me abstengo de tocar pieles ajenas.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Comprendí que te extrañaba al ver el reloj y suplicar al tiempo traerte de vuelta.
Y supe que te amaba cuando maldiciendo tu recuerdo, segundos después, descubrí que el haber compartido parte de mi vida contigo era entregar mi alma a un infierno... pero entregarla con una sonrisa.

viernes, 6 de noviembre de 2009

A los demonios del amor hay que exorcizarlos.

Amarte, amarte hasta que te enferme todo ese amor que nace en mi pecho y navega por los canales de mi ser, que pasa por los pensamientos y termina entre mis piernas.
Amarte hasta intoxicarte.
Amarte hasta el fin del mundo. (Y el principio de otro)
Amarte cuando eres malo.
Amarte y que te sientas amado.
Amarte cuando degustas un buen pescado.
Amarte con la razón, con la estupidez, con bondad, con amor.
Amarte y no cansarme de hacerlo.
Amarte con los ojos y con el espíritu.
Amar tus manos, amar tu cabello, amar tu voz, amar tus uñas, amar tus pupilas, amar tus membranas, amar tus venas, amar tu sangre, amar tu hígado, tus riñones.
Amarte y que seamos uno.
Entrar en tí y caminar por las calles de mi infancia: chocar mi pasado con nuestro presente. Vestirme de ti.
Que tus brazos sean mis brazos, que mis ojos sean tus ojos, que compartamos una misma lengua, que respiremos con los mismos pulmones.
Amarte hasta morir.
Pero dudo que llegue la muerte.
Pues he encontrado que el elixir de tu fuente me da la vida eterna.

lunes, 19 de octubre de 2009

Vi de nuevo en ti lo que me aferra a tu recuerdo.

domingo, 18 de octubre de 2009

El hombre de rayas que fuma a la derecha de la mujer con mirada de ayer calla todo lo que sintió al verla.
La mujer con mirada de ayer hace caso omiso del lenguaje corporal del hombre de rayas que fuma a su derecha.
Sabe que no dice nada, pero puede casi bailar con sus pensamientos.
Un silencio incómodo recorre la habitación, mezclándose con el humo del cigarro la mirada de ayer se desvanece lentamente del rostro redondo y cansado de tanto esperar.

Se levanta.
Las pisadas se acortan.
El humo del cigarro expiró.

Los labios del hombre son unos con los de la mujer y ella esperaba un "Te amo."


¿A qué saben los besos del pasado?
A tabaco.

Y según dicen que el tabaco es nocivo para la salud.
Dicen... pero no hago caso.
Y sigo esperando el "te amo", lo leo entre líneas cuando siento su indiferencia.

Dejando ir al pasado en diez prácticos pasos.

1.- Identifique su molestia.

2.- Visualice detenidamente cada aspecto negativo del objeto de su ira, molestia, enojo, frustración, etc.

3.- No se tiente el alma, simplemente deje fluir sus sentimientos deliberadamente.
Si es preciso sublevarlos, hágalo.

4.- Alimente a la hoguera con recuerdos que hayan desatado esa espiral de emociones que amargan la existencia: Cuando esa persona dijo que le amaba y en el preciso instante en que usted navegaba por las nubes, la boca de su 'amado' yacía en otra, cuando usted sólo pedía la verdad y le regresaban mil cuentos rebuscados, excusas tontas o mentiras, simplemente mentiras que hacían de la conciencia de la persona en cuestión un mar en calma. Cuando tocó su espalda, le miró a los ojos y le prometió un para siempre donde nada los perturbase, que su corazón estaba en sus manos, la vida no valía nada sin usted o aquella vez que el sángano del equipo acaparó la atención de sus amigos por robarse su idea más novedosa, cuando se le fue el camión y usted teniendo los minutos contados perdió la oportunidad de oro, cuando el profesor no le quiso aceptar el trabajo con los puntos exactos que necesitaba. Cuando todos se rieron de usted y nadie creyó en lo que podría llegar a lograr.

5.- Busque las cartas; esas que a pesar de los meses aún se pueden apreciar las lágrimas de tristeza por saber la verdad.

6.- Busque las fotografías.

7.- Sitúese en ese momento de la historia en que su vida giró de manera inesperada.

8.- Cierre los ojos, desplómece. Empápece de la nostalgia.

9.- Despierte.

10.- Diríjase a la ventana más cercana que tenga, (de preferencia que esté en el segundo piso), ábrala, tome un respiro. Si mira detrás de usted se percatará de que una enorme fila de momentos acumulados lo ha seguido desde su recorrido a la ventana.
Abrácelos, de la misma manera que abrazó a aquella persona que dejó partir.
Suelte su cuerpo poco a poco... extienda sus brazos, ahora, hágalo.
Déjelos libre, que el viento los lleve de la mano y se pierdan entre las calles que usted caminó.
Cierre los ojos, si las lágrimas brotan, que se vallan con la brisa, no interesa.

Felicidades, después de haber seguido estos sencillos diez pasos ahora puede seguir y no mire atrás.
¿Por qué? Porque aún faltan tantas cosas por sentir.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Monólogo para un extraño.

Hola.

No pude evitar caer en la cuenta de que ambos, solitarios vagamos en el mismo sendero.
No pude, tampoco, evitar ver tu mirada entre la multitud que, si me permites decirlo: Es una entre un millón.
Disculpa la molestia, sé que no me conoces y sé también que podría sonar como un cliché si posara mis ojos en la puerta de tu alma y te entregara mi cordura pues en el amor no se necesita.
No sé tu nombre.
No sé tus gustos ni tus intereses ni mucho menos la canción que hace a tu mundo brillar.
No conozco a tus amigos ni he charlado con tus padres.
Pero te diré con seguridad que los dos hemos visto la luna y hemos sentido el sol.
Respiramos un mismo aire y el viento ha acariciado nuestros rostros.
Ambos reímos y lloramos; unas veces de felicidad y otras por decepción.

Sólo me resta decir que es un placer haberte encontrado en esta vida.
Y si por azares del destino te gustaría enfrentarte a un futuro incierto, tomar un paso arriesgado, entregarte al vacío yo prometo estar ahí para recibirte puesto que mi corazón se ha enredado en tu cabello y se hunde entre las espirales que tus rizos forman para no soltarme en un tiempo.
Buena suerte, buenas vibras.

Hasta siempre.

lunes, 7 de septiembre de 2009

trocitos de espiral.

No me interesa que... a todos les guste la lluvia, yo la detesto.

Mi estilo personal es... extraño y único aunque a veces ñoño.

Mis colores predilectos son... verde y negro.

Me gustan muchos los... pasteles de chocolate.

Detesto las... palabras de bocones.

Me fascina la... literatura.

Me gustan los... días con mucho viento.

Adoro las... noches cuando la luna me observa, me siento especial.

No es de mi agrado... los que hablan por hablar.

No me gustan... los días de septiembre y las personas que fingen.

Tengo cierta repulsión hacia... no se puede decir :)

Odio los... que descuidan su ortografía.

Muy pocas veces... lloro.

Generalmente... sonrío a todas horas.

Uso... un mismo pantalón todos los días, pero eso tiene un significado :).

Tengo algunos... motivos para ser como soy.

No uso... blusas con tirantes.

Me encanta... encontrarle a lo cotidiano tintes de fantasía.

Tengo una gran colección de... recuerdos que pueden tocarse.

Tengo una enorme adicción por... el chocolate.

Vivo por... mi familia.

En pocas ocasiones... me trago lo que pienso.

No utilizo... eufemismos.

viernes, 31 de julio de 2009

Sabor amargo.

Con sabor amargo me viene la vida
que pasa de día a noche sin avisar si
pueda o no detenerse, pues los deseos
de un ocaso permanente pueden
dominar el tiempo al igual como
se vive la eternidad en un largo
beso francés
que cuando acaba
las manecillas
vuelven a correr.

Ver la partida de un conocido,
escuchar el llanto de un niño,
limpiar sus lágrimas,
levantar al caído...
mi boca se llena de hiel.

Darse cuenta que el cielo es azul para
todos como verdes son los pastos
vistos de todas perspectivas.

Con sabor amargo me viene este
sentir mientras capa por capa retiras
los bloques de mi pasado.

Envolviéndote de remembranzas
que se impregnan en el aire
y se adhieren a las gotas
de sudor que caen por tu frente.
O como panfletos repartas
mis cartas de amor
a mujeres de una o varias noches
que entre gorgojeos las letras
de esos papeles se diluyen
ahogadas en secresiones
carentes de sentido.

No me quito la amargura de mi boca.

Los recuerdos son estatuas de marfíl.

lunes, 27 de julio de 2009

Dicen.


Dicen que la Luna está menguando y la verdad no les creo.
No les creo cuando hipnotizados funden su mirada al cielo y cobijada entre estrellas la luna se asoma, despreocupada, mirándonos con un aire de grandeza; el mismo aire frío que a los poetas con trazas de mendigos de Darío abrazaba tierna y mortalmente en los inviernos solitarios.

Dicen que la Luna está menguando en los versos de poetas frustrados que anhelan acariciar el mundo que han forjado e inutilmente fusionar con esta gris realidad que al más fuerte aunque de moral baja premia y le escupe al más bueno por débil, que flaquea cuando su alma está cayendo en el abismo del que algunos estamos por salir.

Dicen que la Luna está menguando, para los enamorados.
Para Romeo que divide a las estrellas en un gran ejército y manda a cada una de ellas buscar a la amada Julieta que se esconde en su balcón.
Silenciosa espera a que la noche traiga consigo a su amante.

Dicen que la Luna está menguando y la verdad no les creo.
Pues ésta noche es la noche en que la luna deja su disfraz de musa inspiradora y toma el lugar de inquisidora siguiendo mis pasos para refugiarme entre sombras pero sus tétricas carcajadas siempre logran encontrarme.

Dicen que La luna está menguando y me catalogan de loca por no creerlo.
Yo les digo que la Luna no está en el firmamento para que la vean más hermosa, está allí para castigarme con su dantesca sonrisa, burlona que se pierde cuando las nubes la reprenden, que aparece mientras éstas se desangran por retarla.

...y sigue sonriendo.






Inspirado en un escrito que Karla creó en sus tiempos de facultad.
Creo que la Luna se ríe de mi familia.

miércoles, 22 de julio de 2009

Piel.

Sincerarme es lo único que me falta.
Parar las gotas de lluvia
congelar los momentos de febrero
es algo que ya está hecho.

La vi en su aparador perfecta.
Mirando siempre al horizonte.
Encerrada en su fiel burbuja
apartada del sufrimiento.

Profanaba su hermetismo.
Escuchaba su silente agonía
con los oídos de la tirria.
Sacarla fue un impulso.

Pasos rápidos
movimientos torpes
huía de la pronta furia
de su leal custodio.

Y al verla en mi mano
temblando de terror
sus ojos me llevaron
a las noches de febrero.

Me tatué su sonrisa
me vestí de perfección
tomé sus ojos negros
y en mi rostro se vio el horizonte.

Tomé su piel dorada
abandoné como serpiente
el gastado manto que me cubría.
Me perfumé de su escencia a juventud.

Corrí a su burbuja ahora mi templo
y quieta esperé su mirada.
Con paso inseguro el guardián
al aparador se acercaba.

La mejor de mis sonrisas preparé
aunque la piel delicada de la muñeca
se quebraba lentamente
en la comisura de mis labios.

Se hacían grietas en mi cuerpo
como un campo árido
anhelante de lluvias y tan sólo
con lágrimas negras le regué.

El custodio en silencio
frente a mi se encontraba.
Impactado, con un gesto
ensombrecía la esperanza de sus ojos.

Fijé la mirada prestada
en su caudal de lágrimas
y aún con la sonrisa grabada
mi alma se fue marchitando.

Teniendo la luna como testigo
el cristal de la burbuja
cayó a los pies del protector
inmóvil que miraba...

Miraba mi cuerpo que se cubría
con la porcelana de su muñeca
que yacía trémula en el frío suelo
rodeada del cristal que yo misma irrumpí.

martes, 21 de julio de 2009

Tanto es el deseo de que me necesites que camino lejos a propósito pero no consigo llegar a ninguna parte.

Me enredo muy fácil.


Ella es Daniela.
Pocas veces habla en tercera persona.
Ama los libros porque su mente se deja llevar por las escenas que estos describen y de pronto a sus ojos todo parece tan real.
Su cumpleaños es el 13 de octubre y a veces pareciese que ese número es la cruz que debe cargar por su mala suerte en algunas cosas. Pero en realidad lo ve como un signo de fortuna.
Hay tantas y tantas cosas que se pueden decir sobre ella que en este momento no se me ocurre ninguna, sólo que mientras la vida corre para nunca ser alcanzada todo se plasma en letras deteniendo cada instante para ser preservado y así recordarlo más facilmente.
Si no te importa, dejaré que la historia continúe a como pueda.